sábado, 22 de noviembre de 2008

Perversiones para un fin de semana

Se nos ha pasado el arroz y, siguiendo las normas que nos hemos impuesto, tendremos que comentar en otro sitio The Rebirth, la segunda gran película que he visto en el festival. De paso, podremos hilvanar un par de ideas sobre la aparente dificultad de lectura o el (esperen, que la cosa se pone estupenda) supuesto experimentalismo de algunas propuestas contemporáneas y, ya puestos, sobre el público que acude a verlas. Queda también pendiente una pequeño promemoria con todas las películas cuanto menos interesantes vistas en esta primera mitad del festival, algunas de las cuales estarán disponibles por otros canales, así como una reflexión sobre Cineuropa a nivel global, sus problemas y defectos y, más en general, sobre el sentido que pueden tener festivales como éste hoy en día.

Pero lo que en realidad venía a decir en este post es que aquéllos que estén en Santiago el fin de semana no deberían perder la oportunidad de disfrutar indulgentemente de las sesiones más camp del festival. Por la tarde podrán degustar The man with the X-Rays Eyes, una joya de la ciencia ficción de serie b (o c, si me apuran). Detrás se encuentra la figura mastodóntica de Roger Corman, que algún día, gracias al post que le dedicaremos ahí al lado, dejará de ser recordado simplemente como el tipo que dio su primera oportunidad a Coppola, Scorsese o Bogdanovich, y encontrará su lugar entre los visionarios que revolucionaron el cine a partir de la renovación de sus modelos productivos. Por la noche, en cambio, un inspirado y nada obvio maratón vampírico: la muy cinéfila Irma Vep, de Assayas, disfrutable incluso sin mis vínculos sentimentales con el argumento; la breve, muda y personalísima Dracula de Maddin, que pienso recuperar el lunes, y la desquiciada, metatextual y neoyorquina The Addiction, de Ferrara.

No hay comentarios: